Sardegna 22-23

 




Operación Cerdeña
"donde la historia no coincide"

Siempre que llega fin de año nos gusta aprovechar los días de fiestas y hacer una escapada. Teníamos la resaca del reciente viaje por tierras escocesas, pero no queríamos hacer etapas tan pesadas, ya que en Escocia las millas se nos hicieron eternas.

Para esta ocasión pusimos el punto de mira en Cerdeña, destino fácil de llegar al subirnos al ferry en Barcelona y directamente nos dejaría en Porto Torres. Ahora que tenemos la ida y la vuelta resuelta había que buscar cosas que ver en esta isla, la segunda más grande de todo el Mediterráneo, sin que sea todo playa y arena, al ser diciembre poco disfrutaremos de sus aguas azuladas, pero sí de unas maravillosas panorámicas.

Una vez que investigas un poco nos dimos cuenta que la isla ofrece un pasado arqueológico pintoresco, casi insólito: una pirámide, mucho más antigua que las de Egipto; tumbas de gigantes, altares de religiones prehistóricas;, pequeños pueblos fortificados, con recintos de colosales piedras herméticamente unidas entre sí, y cubiertos los bloques con líquenes o rojizos por los efectos de la erosión,  llamados Nuraghes; una base militar de la OTAN abandonada… esto promete!!!

La aventura empezó a las 01 de la madrugada, el ferry de Grimaldi nos esperaba en el puerto de Barcelona; el papeleo fue rápido y entramos por la popa en las entrañas de la bestia. Buscamos afanosamente el camarote para descansar, pero tuvimos que hacer un cambio antes, ya que no estaba todo lo limpio que debería.

La vida en el ferry es simple: esperar, comer, esperar, comer…; menos mal que nos llevamos la tablet con algunos capítulos descargados de una serie y así podemos matar la araña.

Después de toda la noche a bordo y gran parte de la jornada del día siguiente, puntual como un reloj suizo llegamos a Porto Torres. Eran las 16 horas; los pasillos llevaban tiempo colápsalos esperando que nos diesen el permiso para bajar a la bodega y subirnos a la moto.

Salimos del barco con la ilusión de pisar un nuevo destino; nos quedaban menos de una hora de Sol, y la jornada de hoy era llegar al Bed and Breakfast y luego ir a cenar una deliciosa pizza italiana.

Al día siguiente, la mañana se presentó soleada, aunque advertimos que la noche anterior había registrado una elevadísima humedad; pero esta relación climática sería una constante a lo largo de todo el viaje por la isla de Cerdeña.

El primer destino se hallaba no muy distante de Porto Torres. Se trataba del Altare prenuragico di Monte d’Accoddi (40°47'24.9"N 8°26’57.7”E) , que, como curiosidad arqueológica, fue construido en forma de pirámide; cuya antigüedad, según los restos que se encuentran en sus inmediaciones es superior a las pirámides de Egipto. Además, dentro de ese recinto sagrado, admiramos un altar de sacrificios, un menhir y unas extrañas piedras redondas; aunque las explicaciones que oficialmente daban los arqueólogos no nos convencieron; sabemos muy bien que la historia convencional guarda celosamente muchas lagunas, y este enclave esotérico del norte de la isla de Cerdeña es, sin duda, uno de ellos. Sólo es preciso pensar que, en el Neolítico, la preocupación humana era la de sobrevivir, con apenas recursos y conocimientos, ¿pero cómo pudieron diseñar estas colosales construcciones orientadas perfectamente al Norte polar?

Desde allí nos fuimos directamente a Castelsardo el Lungomare, un pintoresco pueblo costero; desde la colina se dominaba su castillo medieval, protagonista de tantas gestas históricas, algunas de ellas cuando los almogávares lucharon con el monarca aragonés Pedro III el Ceremonioso contra los ejércitos franceses de Carlos de Anjou. Sin embargo, no nos paramos, tan sólo cruzamos sus tranquilas calles y plazoletas, para llegar a la Roca Elefante (40°53’22.7"N 8°44’46.1”E), que es un gran peñasco de roca negra erosionado por los agentes meteorológicos, a los cuales debemos esta caprichosa forma; esta escultura pétrea se encuentra junto al arcén de la carretera y mide 4 metros de altura. Después pusimos rumbo a Santa Teresa Gallura, que se corresponde con el extremo más septentrional de Cerdeña, frente al sur de la isla de Córcega. 

En el camino hicimos una parada en la Playa Rena (41°10'16.4"N 9°10’12.9"E), que tiene unas brillantes y preciosas aguas de color turquesa; lástima que estábamos en pleno mes de diciembre, y no apetecía ningún baño en esas paradisíacas playas.

A la mañana siguiente comenzamos un nuevo día. En el programa de esa jornada teníamos un par de tumbas de gigantes, y visitar lo que fue la base militar de la OTAN, ahora desmantelada. Después pusimos rumbo a la Tomba dei Giganti di Li Lolghi (41°03'58.4"N 9°20’03.9”E). En cuanto al paisaje, quiero decir que era muy similar al que tenemos en Cataluña, en cuanto a la vegetación y a las montañas. La carretera, de buen piso, discurre como una serpiente entre curvas, sin encontrarnos apenas tráfico. Lamentablemente, la tumba de Li Lolghi no pudimos visitarla; estaba cerrada; seguramente sólo se abre en los meses estivales; nuestro gozo en un pozo. Así que colocamos en el GPS el siguiente destino: la tumba del Gigante Coddu Vecchju (41°03’00.3"N 9°21’26.0”E), que no quedamos muy lejos; con la esperanza de tener más suerte, pero lamentablemente también se hallaba cerrada. Estos contratiempos eran consecuencia, sin duda, de haber elegido el mes de diciembre para descubrir Cerdeña.

Ahora sólo nos quedaba por alcanzar la Base NATO (40°51’23.1"N 9°10’05.4”E), situada en lo más alto del macizo montañoso de naturaleza granítica del Monte Limbara. La carrera era estrecha y con infinidad de curvas; estábamos conduciendo las motos entre espesos plinares, a medida que íbamos ascendiendo; en poco llegamos a la cota de los 1,360 metros de altitud. Como podéis imaginar los accesos de la base militar están cerrados pero desde el perímetro podemos observar las antiguas antenas de comunicaciones o son radares? No lo sé, lo que sí sabemos es que las vistas son espectaculares y ahora toca descender por la infinidad de “tornanti” hasta volver al nivel del mar costeando hacia el sur.

La jornada anterior, como hemos dicho, fue un tanto decepcionante; los gigantes no quisieron ser vistos por nosotros; aunque las vistas panorámicas desde la antigua base militar fueron increíbles. En el programa de hoy, la visaita a la Gruta de Ispinigoli (40°19’07.0”N 9°36’20.2”E).

Ispinigoli es una gruta abierta para un turismo cultural, que en los años sesenta del siglo XX se iluminó y acondicionó con escaleras. Se puede visitar durante 10 meses al año gracias a un sistema de visitas guiadas que nos conducen durante 45 minutos por la cueva.

Ispinigoli cuenta en su interior con una enorme riqueza geológica que rivaliza con algunas de las estalactitas y estalagmitas más sorprendentes de Europa, e incluso del mundo. Los investigadores han constatado que fueron utilizadas como refugio en la antigüedad, hasta hace sólo unas décadas, por los cabreros para resguardar sus rebaños del frío exterior. De hecho, la temperatura media que mantiene está en torno a los 15ºC, lo que permite un microclima ideal tanto para los meses de verano como de invierno.

A diferencia de otras cuevas más profundas, en Ispinigoli no hay que andar mucho para llegar a una de las zonas más admiradas, la columna pétrea de 38 metros de longitud que conecta el techo con la base de la sala, siendo la más grande de Europa. Una escalera de 280 escalones desciende hasta la base de la columna, desde donde podemos admirar esta obra de arte que ha tardado millones de años en formarse, gota a gota.

Otra de las postales de la cueva es el conocido como Abismo de las vírgenes (l’abisso delle vergini). Se trata de un profundo y estrecho embudo por donde discurre un arroyo, que se adentra en más de 12 kilómetros en las profundidades, en camino de constante descenso; gran parte de su interior está aún por explorar. Su nombre deriva de la civilización fenicia, cuyos monjes realizaban sacrificios humanos para consagrar a sus dioses; no es una casualidad que del fondo del abismo se hallan extraído numerosas piezas de  cerámica y huesos atribuidos a jóvenes mujeres; de ahí lo del abismo de las vírgenes.

Tras admirar esta singular obra hecha por la madre Naturaleza, y utilizada por pueblos protohistóricos, ponemos rumbo a la Cala Gonone, cuyo acceso natural es un paso entre montañas calcáreas, que te llevan por una carretera llena de curvas hasta el nivel del mar, donde nos aguardaba una comida típica italiana, con pasta y pizza, como protagonistas gastronómicos y unos estómagos hambrientos.

Después, ya saciados, pusimos rumbo al último punto de interés de aquella jornada: Sa Pedra’e Taleri Menhir (40°12'58.0"N 8°56’48.1”E).

Ese lugar, un poco complicado de pronunciar, era una piedra aislada en medio del campo, de unos 4 metros de altura, fechada en el 3,300 a.C., y, por lo que pudimos advertir, se trataba de un lugar muy poco visitado, dada la escasez de señalizaciones para localizarlo.

Al día siguiente amaneció con un tímido sol, y muy poco a poco fue subiendo la temperatura. La próxima parada era la Terme di Fordongianus (39°59'50.0"N 8°48’28.8”E); se trataba de una especie de manantial, cuyas aguas brotan a 54ºC de temperatura. Les debemos a los romanos, quienes aquí se asentaron hacia el año 170 d.C, construyendo este conjunto termal, aprovechando sus fuentes de aguas calientes, minero-medicinales, que acaban desembocando en el río Tirso.

Con la suave bruma que levanta en el aire el vapor de las aguas termales, pusimos rumbo al Pozzo Sacro di Santa Cristina (40°03'41.4"N 8°43’50.5”E). Por estas carreteras que tanto nos están gustando, la combinación entre buen asfalto y una mezcla curvas y rectas con poco tráfico fue una mezcla sorprendente.

El pozo sagrado de Santa Cristina es un santuario nurágico, que recibe el nombre de la pequeña iglesia homónima cercana. Se encuentra en un altiplano de carácter basáltico en la zona en la Cerdeña central. Santa Cristina es considerado uno de los yacimientos más relevante del arte sacro nurágico.

El área excavada engloba en total una hectárea, con un primer sector constituido por el santuario, cuya forma de pozo subterráneo sugiere al visitante la entrada a una estructura de confección arquitectónica muy sorprendente para el momento de su elaboración. A vista de pájaro se distingue una cerca de piedra de forma elíptica que rodea el pozo que servía de culto al agua, construido sobre una antigua fuente que todavía hoy en día hace manar líquido.

El templo del pozo sagrado, con más de 3.000 años, lo forman internamente un atrio con una escalera descendente de veinticinco peldaños y una estancia de forma circular con un orificio en el techo que según los investigadores han descubierto que está alineado con la Luna y cada 18,6 años parece meterse en lo más profundo del pozo (fenómeno astronómico conocido como estancamiento lunar) quedando la Luna quieta en el mismo lugar durante horas y se refleja en el lago que hay dentro del mismo.

Esta construcción nos ha dejado un poco locos, cuantas cosas no coinciden con la historia oficial…

Después de este descubrimiento ponemos rumbo al Nuraghe Santu Antine (40°29'16.8"N 8°46’18.0”E). También conocido como nuraghe de Torralba que es uno de los más grandes de la isla.

Hay más de 8.000 de estas estructuras en Cerdeña y se piensa que son una pequeña parte de lo que pudo existir de la civilización Nurágica fechados desde el 1.700 aC hasta la conquista de la isla por parte de los romanos.

La estructura son unas torres construidas con enormes piedras sin cimientos con una altura de 20 metros sin saber cuál era su funcionalidad.

Da que pensar como esas moles de pierda están dispuestas sin argamasa y han podido resistir al paso del tiempo.

Comenzamos el nuevo día con la visita a la Basílica de Saccargia (40°40'13.6"N 8°41’22.8”E), siendo el sitio el conjunto románico más importante de la isla. La construcción está hecha totalmente con piedra local (basalto negro y piedra caliza), con una apariencia típica del estilo románico toscano finalizada en el año 1.116.

Después de visitar la Basílica por fuera, ya que se encontraba cerrada al público, nos dirigimos a la ciudad de Sassari y como es habitual en mi me desespero por el caótico tráfico y decidimos estar  el tiempo mínimo indispensable.

Hoy fue el último día y nos quedaba muy poquito por ver. Empezamos por la Cueva de Neptuno (40°33’48.0"N 8°09’47.5”E)

En el acantilado noroeste del promontorio del cabo Caccia se encuentra la entrada a la Cueva de Neptuno; unos 624 escalones son los que tendrás que recorrer hasta bajar al mismo nivel del mar para poder acceder a esta fantástica gruta. En su interior se encuentra el segundo lago interior más grande de Europa y con una columna de 12 m de alta y 30 m de ancho, la visita es obligada y sus escalones para subir una penitencia.

Y para acabar el día nos fuimos a la torre de La Pelosa (40°58’08.3"N 8°12’17.7”E) que domina el paisaje con la blancura de su arena y la transparencia de sus aguas a los pies de Capo Falcone. Al norte está acotada por la torre Pelosa, un imponente edificio del siglo XVII que se eleva sobre la costa y a la que podemos llegar nadando perfectamente para hacer un pequeño recorrido del islote y la torre.

El paisaje entre la playa y las islas de delante es todo un mundo rico y variado por encima y por debajo del mar. Las distintas profundidades hace que sus tonalidades de color sean únicas, del azul más profundo al turquesa cristalino.

No nos queremos imaginar cómo serán estos lugares visitados en verano… lleno de gente hasta la misma bandera.

Y con una mezcla de tristeza y satisfacción volvimos a Porto Torres para, al día siguiente, a las 10 de la mañana subirnos a las entrañas del ferry y volver a Barcelona… que rápido pasa el tiempo cuando estas viajando!!!


























Sardegna 2022-23

Cerdeña (en italiano, Sardegna; en sardo, Sardigna o Sardìnnia; en alguerés, Sardenya; en gallurés, Saldigna; en sassarés, Sardhigna), conocido en español medio como Sardeña,1 es una de las veinte regiones que conforman la República Italiana. Su capital y ciudad más poblada es Cagliari. Está ubicada en Italia insular, limitando al norte con el estrecho de Bonifacio que la separa de la isla francesa de Córcega, al este con el mar Tirreno y al sur y oeste con el mar Mediterráneo.
Con 24 100 km² es la tercera región más extensa del país —por detrás de Sicilia y Piamonte— y con 69 hab/km², la tercera menos densamente poblada detrás de Valle de Aosta y Basilicata. Es una de las cinco regiones italianas con estatuto especial. Por superficie es la segunda isla del Mediterráneo, la octava de Europa y la cuadragésimoctava del mundo.


Hasta donde queremos llegar?

Queremos recorrer la zona norte de esta hermosa isla descubriendo su zona montañosa y sus costas con aguas azul turquesa.

En que fechas?

Esta previsto viajar en diciembre del 2022.

Cuánto tardaremos en llegar desde Barcelona?

El ferry nos llevará en 12 horas desde Barcelona a Porto Torres.

Qué tiempo hará?

La isla es muy ventosa; el viento dominante es el mistral, que procede del noroeste a lo largo de todo el año, aunque sobre todo sopla en el invierno y la primavera. Normalmente es seco y fresco, y a veces alcanza velocidades muy altas. También se encuentra con cierta frecuencia el siroco. Estos vientos han favorecido la implantación de algunos parques eólicos sobre las crestas de algunos relieves y en algunas plantas industriales (Macchiareddu y Fiume Santo).
En la isla predomina el clima mediterráneo, aunque en algunas zonas internas es más severo. Durante el año hay aproximadamente 300 días sin lluvia. A lo largo de la zona costera, donde reside gran parte de la población, los inviernos son suaves, gracias a la presencia del mar, con raras nevadas y los veranos calurosos y secos. En el interior de la isla, la baja humedad y la fuerte ventolera permite soportar fácilmente las elevadas temperaturas veraniegas, capaces de alcanzar esporádicamente los 35-40 °C, particularmente cuando se producen grandes incendios forestales. En las zonas más próximas a la costa raramente se alcanzan dichas temperaturas, pero se observa una humedad mucho más elevada, si bien la presencia del viento hace más soportable el calor del verano. En las zonas internas el clima es más rígido. Sobre los montes del Gennargentu en los meses de invierno nieva y la temperatura desciende bajo cero. En verano el clima es fresco, sobre todo durante la noche y raramente caluroso durante muchos días consecutivos.

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