Día 17 La rueda del hijo de Njord
Larvik - Aalborg - Flensburgo 542.-kms
Hoy teníamos la misión de cambiar la rueda trasera si o si. Llevamos desde ayer parando en todos los talleres que nos encontramos por el camino con la misma respuesta... sólo tenemos ruedas de coche.
El despertador sonaba a las 06h, tenía que buscar la Perla al parking y llevarla a la puerta del hotel, cargarla (hay que ver lo deprisa que hacemos la carga y descarga de la Perla en comparación del primer día) e ir al ferry que a las 08h sale con puntualidad Suiza.
El ferry era enorme, no me explico como puede flotar con tanto peso y las casi 4 horas de navegación han sido un ligero vaivén de un tren de cercanías.
Ya en Dinamarca nos ha visitado el hijo de Njord (el viento, en la mitología escandinava) y no nos ha abandonado hasta tierras germanas.
En la tierra del viento teníamos que cambiar la rueda si o si, no podíamos alargar con mas kilómetros ya que por una simple rueda te estas jugando un pinchazo, un reventón o el viaje... por una mísera rueda. Así que en la ciudad mas grande (Aalborg) teníamos que encontrarla.
Después de ir de un lugar a otro como una pelota de ping pong al final hemos dado con un taller de motos y en 15min estábamos otra vez en la carretera.
Hay que ver lo que cuesta dar con el lugar sin conocer el sitio y la lengua tampoco lo hace mas fácil, pero en fin... otro problema resuelto y que todos sean estos!!!
Después de calzar a la Perla con su nueva goma, nos paramos a comer. Cargamos energía y ahora hasta casa quedan unos 2.200.-kms.
Pasar de Dinamarca a Alemania por la autopista tan sólo ha sido la prohibición de ir a 110 kms/h, los germanos te reciben con la señal tachada.
Ya estamos en la vieja Alemania, en Flensburgo, mañana la autopista por delante... volvemos a la monotonía, a que nos arranquen las pegatinas y ya añoramos a nuestra Noruega...
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